En la construcción, sobre todo en la de edificios, hay una clase de maquinaria que no puede faltar nunca. Estamos hablando de la hormigonera, una máquina que se utiliza para la elaboración del hormigón principalmente aunque puede usarse para otras clases de materiales.

¿Cuál es la finalidad de esta maquinaria?

La función que tiene la hormigonera es mezclar de manera homogénea todos los materiales que se introducen en su interior. En caso del hormigón se mezclan el cemento, los áridos específicos y agua. En este caso, los áridos que suelen usarse para esta clase de trabajo son bastante gruesos. Esto hace que con la mezcla de cemento y de agua se necesite una gran potencia para moverlo todo con facilidad. Aunque hay un variado número de hormigoneras, las más comunes son las móviles. Es decir, son aquellas que van montadas sobre un camión. Por otro lado tenemos las hormigoneras eléctricas. Son más pequeñas y solo requieren una toma de corriente para funcionar, aunque tienen sus limitaciones, pero son siempre utilizadas para trabajos sencillos. En caso de los camiones hormigonera, hay que decir que la parte trasera de su bastidor cuenta con una cuba montada sobre un eje inclinado que la hace girar. De esta forma, el material podrá girar dentro de la cuba y mezclarse correctamente. Una de las características más comunes de esta clase de maquinaria es que están en constante movimiento. Con ello se retrasa su fraguado y se hace una mezcla más homogénea. El movimiento se consigue mediante un motor  auxiliar al principal o mediante el propio motor del camión. Cuando se descarga la cuba se hace invirtiendo la marcha del giro y mediante unas palas fijas en la cuba se va sacando la mezcla mediante una canaleta y se va vertiendo en zanjas o en tolvas para que los trabajadores puedan tomar el que necesiten. Una vez descargado todo el material, se utiliza un sistema de limpieza antes de que se haya  producido el fraguado.  De esta forma, esta maquinaria estará lista para el siguiente uso.